lunes, 23 de septiembre de 2013

Now in English!




Hi everybody!

I decided to translate all my recipes into English so you can enjoy them even if you can't speak Spanish! ;-)

Taking advantage of the recent release of our Noko-Cooking app, which includes all the translations in English, I'll be updating my little blog to that end.

You will find the English version at the end of every entry although, for the time being, there are ready just a couple or so. Sorry.

So, don't forget to check it up periodically just in case something new comes out!


martes, 6 de agosto de 2013

Noko Spanish Cooking

¡Hola a todos!

Estoy muy emocionada porque justamente hoy hemos publicado en el Google Play nuestra primera app de recetas de cocina. 




Se llama Noko Spanish Cooking y consiste en una recopilación de 20 de las recetas más emblemáticas de la cocina española tradicional. 

Podréis encontrar platos tan famosos y apetecibles como la paella, el cocido madrileño, los chipirones en su tinta o la tortilla de patatas... postres típicos como las torrijas o la leche frita... incluso alguna tapa como las patatas bravas.

¿A qué esperáis? ¡¡¡Descargadla ya!!!







miércoles, 24 de julio de 2013

"Carrot Cake" o el Delicioso Pastel de Zanahoria

Llevaba mucho tiempo queriendo escribir la receta de este delicioso bizcocho pero, qué cosas, la vida pasa, te prometes, preparas una boda, te casas... y cuando te das cuenta, llevas medio año sin escribir ninguna receta en tu humilde blog de cocina.

Así que, para inaugurar mi vuelta he decidido compartir la receta del pastel de zanahoria. No tengo fotos del proceso, eso es verdad, pero os prometo que cuando vuelva a hacer el bizcocho con calma, las iré subiendo.

Allá vamos entonces.


"Carrot Cake" o el Delicioso Pastel de Zanahoria




Ingredientes:
250 gr de zanahoria rallada
200 gr de harina
200 gr nueces peladas
7 gr de levadura Royal
125 ml de aceite de oliva
4 huevos
200 gr de azúcar moreno
Una cucharadita de canela


Al lío.

Lo primero es limpiar las zanahorias y rallarlas. Yo las pico con la batidora. Si os gusta encontraros trocitos de zanahoria, picadlas menos.

Picamos también unos 100 gr de nueces. Misma historia. 

Reservamos las dos cosas.

Ponemos a calentar el horno a 190ºC.

En un bol batimos el azúcar y los huevos hasta que quede espumoso. Vamos añadiendo el aceite, batiendo, hasta que esté perfectamente mezclado.

Es el momento de añadir la canela, la zanahoria y las nueces ralladas. Lo mezclamos bien. Si no nos gusta encontrarnos trocitos de nada, es buen momento para volver a darle un repaso con la batidora.

Añadimos a esta mezcla la harina y la levadura tamizadas. Mezclamos hasta que quede incorporada a la masa.

Untamos de mantequilla el molde que vayamos a usar y lo espolvoreamos con harina, para evitar que se pegue. Si usáis moldes de silicona, podéis saltaros este paso.

Verted la masa en el molde.

Colocamos el molde en la parte central del horno durante unos 35 minutos. Podemos pinchar con un palillo y asegurarnos de que el interior del bizcocho no está crudo. Pero no abráis el horno durante los 30 primeros minutos de cocción o puede que el bizcocho se desinfle.

Un consejo que os doy es que durante los primeros 20 minutos pongáis el horno sólo con calor abajo. El resto del tiempo, dejad que se haga por arriba y por abajo, así evitaréis que se tueste demasiado por encima.

Sacad el molde del horno y colocadlo sobre una rejilla. A los 10 minutos (o en cuanto pueda manejarse sin quemarse) desmoldadlo y dejad que se enfríe sobre una rejilla para evitar que se humedezca la base. Pero dejad que esté lo suficientemente frío para que no se rompa al manipularlo.

Vale, ya tenemos el bizcocho. Nos falta el glaseado o cobertura, que es lo que le va a dar el toque espectacular.

Para la cobertura de queso necesitaremos:
125 gr de mantequilla
225 gr de queso crema (de tipo Philadelphia)
450 gramos de azúcar glass

Batimos el queso crema. 

Añadimos el azúcar poco a poco, hasta que vayamos obteniendo una crema suave. 

Después, añadid la mantequilla a temperatura ambiente y continuamos batiendo hasta formar una crema suave y sin grumos.

Cubrimos el bizcocho con esta crema deliciosa. Sólo nos queda repartir el resto de las nueves por toda la superficie del pastel.

Ya me contaréis, ya...









martes, 11 de diciembre de 2012

Butter cookies. Galletas de mantequilla.

Ahora que estamos prácticamente en Navidad, estas galletas son ideales. Si os hacéis con algún cortapastas con formas navideñas, o simplemente uno con forma de estrella o corazón, y espolvoreáis azúcar glass por encima de la galleta... ¡el efecto Navidad está garantizado! Y si no, mirad. 



Estas galletitas no son nada del otro mundo pero, personalmente, el sabor de la mantequilla y la textura suevemente aterronada me vuelven loca. Son unas pequeñas delicias de las que estoy secretamente enamorada.

Para hacerlas necesitaremos:



  • 150 gr. de mantequilla a temperatura ambiente,
  • 100 gr. de azúcar glass tamizado,
  • Un huevo a temperatura ambiente,
  • 1 cucharaditas de esencia de vainilla,
  • 350 gr. de harina tamizada,
  •  Una pizca de sal.
Lo primero que vamos a hacer es batir la mantequilla hasta que quede suavecita suavecita y de un amarillo pálido. A continuación añadimos el azúcar y seguimos batiendo hasta que quede completamente incorporado. Es el momento de añadirle el huevo y la esencia de vainilla. Batimos hasta que el color de la masa sea uniforme. 
Ahora iremos incorporando la harina tamizada, poco a poco, mientras batimos. Ya veréis cómo la masa va engordando...


Llegará un momento en el que tendréis que prescindir de la batidora y vais a tener que AMASAR, es decir, usar las manos. Usad sólo una mano, la otra conservadla limpia, vais a tener que manipular la harina para ir incorporándola toda, y nunca se sabe si vais a necesitar urgentemente coger el teléfono, rascaros la nariz... esas cosas.

Al principio la masa será irritantemente pegajosa, pero conforme vayáis añadiendo harina, se irá haciendo más compacta y se acabará volviendo absolutamente manejable. No se pegará en absoluto a vuestros dedos. Añadid harina hasta que eso pase, no importa si se sobrepasan los 350 gr. indicados. 

Cuando podáis hundir los dedos en la masa y sacarlos completamente limpios, podéis hacer tres cosas: podéis dejarla enfriar un ratito, de manera que se manipulará mejor o ya podréis estirarla y cortarla.

En cualquiera de los dos casos, llegado el momento de cortarla, precalentamos el horno a 190ºC. Os recomiendo que preparéis dos trozos de papel de hornear suficientemente grandes para meter entre ellos una bola de masa y poder extenderla fácilmente, con un rodillo, o una botella, hasta tener una lámina de medio centímetro de grosor, más o menos.

 

El resto es sencillo: las cortamos con el cortapastas elegido y las vamos colocando en una bandeja de horno, previamente forrada con papel de hornear. Las dejamos en el horno de 15 a 20 minutos, o hasta que veamos que están doraditas, pero no demasiado. 

Si no habéis usado toda la masa, podéis congelar el sobrante y descongelarlo más adelante para hacer otra hornada. La masa queda perfecta una vez descongelada, doy fe.


Ya está. Las sacamos del horno y las dejamos enfriar ligeramente, porque calientes están todavía un poco blanditas y se nos pueden romper.
 
Y prácticamente ya están. Se pueden comer así, o se pueden espolvorear con azúcar glass. Yo hice una remesa de corazones para una boda especial, y las embolsé por parejas. Una de las dos galletas iba bañada en chocolate de cobertura que dejé enfriando toda la noche en la nevera, y que al día siguiente no se derritió ni un poquito. Quedaron muy monas, y tuvieron mucho éxito, lástima que no hice ni una triste foto al paquetito.
 
En fin, para la siguiente.
 
 
 
 

jueves, 6 de diciembre de 2012

Magdalenas de Manzana y Crema Pastelera

Bueno, bueno, bueno. Aquí estoy de nuevo, con una recetita deliciosa que ya he hecho repetidas veces, por la buenísima aceptación que ha tenido en mi casa. Tachán:



La receta está sacada del libro de magdalenas de Xavier Barriga, aunque con algún cambio pequeñito adaptado a mis gustos...




Los ingredientes que vamos a necesitar:



Vamos allá. Lo primero de todo será hacer la Crema Pastelera y dejarla enfriar mientras realizamos el resto del proceso.

Escogemos dos boles bien grandes. En uno de ellos cascamos los 2 huevos y añadimos el azúcar, mientras batimos con las varillas eléctricas (yo uso el accesorio-barilla que trae mi propia batidora chusca) a velocidad baja. Sin parar de batir, añadimos la leche y cuando esté incorporada, el aceite, poco a poco.

En el otro bol, mezclamos la harina, la levadura y la sal. Yo las pongo en un colador, y las tamizo, todas juntas. Cuando tenemos la mezcla hecha, volvemos al bol con la mezcla "líquida", y vamos incorporándola, batiendo a velocidad baja todavía. Cuando esté todo debidamente mezclado y la masa sea homogénea (veréis que a la batidora le cuesta algo más batir porque la masa ha cogido cuerpo, pero no pasa nada, si la mía no ha ardido en el esfuerzo, es que no pasa ná), entonces le damos un meneo a velocidad más rápida durante unos 3 minutos.



Ya tenemos el tesoro preparado, ahora sólo nos queda cubrir la masa con un trapo limpio y dejar reposar, al menos 1 hora



Pues al día siguiente, o después de ver un capítulo de Breaking Bad, o de Dexter, o de lo que más rabia os dé, volvéis a la cocina y ponéis el horno a calentar a 250º.

Cogemos el bol con la mezcla, y con unas barillas manuales le damos otro meneo importante.

Colocamos los moldes en una bandeja de horno. Yo normalmente uso moldes de silicona para magdalenas y no he tenido problemas nunca, salvo cuando regalo las magdalenas, que entonces tienen que salir de aquí desnuditas, y no quedan tan bien. Os recomiendo que compréis moldes de papel en cualquier ferretería o tienda especialiada. Quedan muy chulis.

Con una cuchara llenamos los moldes 1/4 parte de su capacidad. Después añadimos una cucharadita de crema pastelera. No pongáis demasiada, o puede que la masa de la magdalena no suba adecuadamente y se os queden tipo pelota de golf (lo digo porque me ha pasado). A continuación, con otra cucharada de masa, llenamos el molde hasta 3/4 partes.

Una vez llenos los moldes, pelamos la manzana y la cortamos en gajos que, laminaremos. Colocamos las laminitas de manzana en la superficie de la magdalena, tal y como nos parezca más bonico.

Sólo nos queda espolvorear un poquito de azúcar encima de la manzana.


Bajamos el horno a 210º y metemos la bandeja con nuestras magdalenas unos 15 minutos, o hasta que veamos que están doraditas y deliciosas.

Listo, Calixto.






 

viernes, 28 de septiembre de 2012

Japanese Cheesecake



Hola, chavalines y chavalinas (ejem), hoy voy a compartir con vosotros la receta de la tarta de queso japonesa. Se trata de una tarta de queso, sí, pero ligeramente diferente. Ligeramente es la clave, porque es precisamente así: una tarta ligera. No, engordar engorda mogollón, pero no es densa ni apelmazada como las tartas de queso al uso. Es más bien esponjosa, ligera y cremosa. Como un bizcocho suave y húmedo. Riquísima.

Vamos a necesitar:


  • 450 gr de queso tipo cremoso (Mascarpone, Philadelphia…)
  • 100 ml de leche entera
  • 55 gr de mantequilla y un poco más para engrasar el molde
  • 
6 huevos medianos
  • 150 gr de azúcar blanquilla
  • 
60 gr de harina floja (repostería)
  • 20 gr de Maicena
  • 
1 chorrito de vinagre, zumo de limón ó 1 sobre blanco de gasificante
  • 
1 cucharada de esencia de limón
  • 
ralladura de 1 limón grande
  • 1 pizca de sal
Vamos allá.

Lo primero es poner a fuego suave en un cazo los quesos, la mantequilla, la leche y el azúcar. Calentamos removiendo suavemente hasta que tengamos una crema homogénea.
Traspasad la crema al bol más grande que tengáis, y dejamos enfriar.


Una vez frío, separamos las yemas de las claras y se las añadimos a la mezcla anterior ya fría, junto a la esencia de limón, la ralladura y la harina y la Maicena tamizadas. Mezclamos hasta conseguir una mezcla homogénea. Reservamos.


Vamos precalentando el horno a 150º (calor arriba-abajo sin aire). 


Montamos las claras a punto de nieve junto al gasificante y la pizca de sal. Y ahora viene la parte delicada y más pesada: mezclar las claras sin que éstas bajen, con el resto de la masa. Si lo conseguimos (no es difícil, sólo requiere un poco de paciencia), entonces habremos conseguido darle a la tarta esa textura esponjosa y cremosa.


Lo hacemos de la siguiente manera: con una espátula o lengua vamos incorporando de abajo a arriba y al centro, con movimientos envolventes, las claras a la masa. Con paciencia, poco a poco, hasta que todo quede perfectamente integrado. Veréis que la mezcla ha crecido considerablente en cuanto a su volumen. Por eso agradeceréis haber escogido un bol grande desde un principio. No sé si lo apreciáis en las fotografías de abajo: antes de las claras, después de las claras.



Vertemos la mezcla con cuidado en un molde, y con éste, nos vamos al horno. Este paso es también un poco coñazo, porque consiste en llenar la bandeja del horno de agua, de manera que la tarta se cocine al baño maría. Ojo con los movimientos bruscos...

Horneamos durante una hora aproximadamente, dependiendo del horno. Hay que esperar hasta que el pastel esté dorado y que cuando lo pinchemos con una aguja, salga limpia, como siempre.

Cuando esté, apagamos el horno, pero dejaremos el pastel dentro con la puerta entreabierta hasta que se enfríe. Luego lo desmoldamos y lo espolvoreamos con azúcar glass. Es mejor dejarlo en la nevera unas hora o incluso toda la noche antes de servirlo. Queda mucho más asentado y delicioso.

Bueno, sólo queda zampárselo.


miércoles, 19 de septiembre de 2012

Galletas de Avena II ó "5 cereales"


No he podido resistirme a actualizar la entrada de ayer. La cuestión es que, precisamente esta mañana, me he decidido a hacer una remesa de "galletas" de avena (las entrecomillo, porque como mi novio dice, no son galletas galletas porque no crujen, y acaso tenga razón...). Me he animado a subir algunas fotos, porque he variado ligeramente la receta de ayer: en lugar de usar solamente avena, he usado müesli 5 cereales. El resto es exacto lo explicado ayer.

Podéis ver la diferencia. Quedan más "ricas" en cuanto a colores y texturas, además, las he dejado tostarse un pelín, para que estuviesen algo más crujientes, y en los bordes, puede decirse que lo he conseguido.

En fin, nada más, os dejo un par de fotos para que las valoréis, y espero que os animéis a hacerlas en casa y, de paso, contarme qué os han parecido.